jueves, 20 de febrero de 2014

Dragones


En la mayoría de las culturas, civilizaciones y mitologías, aparece la figura del dragón, unas veces como ser benéfico y otras, como temible enemigo del hombre. Se les representa en forma de  lagarto o serpiente, con alas o sin ellas, y arrojando o no fuego por la boca. En las leyendas relacionadas con ellos, suelen ser malvados devastadores de los pueblos y devoradores de sus habitantes o, por lo contrario, guardianes de lo sagrado y fieles cuidadores de bellísimas princesas.
En las culturas orientales apareen como sabios, poderosos, controladores de las aguas y benévolos. Muchos pueblos y naciones lo tienen representado en sus estandartes y banderas, como símbolo de poder.
En las culturas occidentales, aparecen frecuentemente como seres terroríficos, a los  que suele oponérseles un héroe que acaba con sus vidas.
En las culturas americanas aparece el dragón en forma de serpiente alada y con plumas, con capacidad para volar. Suelen ser dioses o ayudantes de los dioses.
En la cultura cristiana, el dragón se asocia al pecado, al mal que hay que combatir para que triunfe el bien. De ahí la figura de San Jorge y el dragón.


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miércoles, 12 de febrero de 2014

La Mulánima



Es una mula temible que arrastra cadenas y que mata a patadas a quienes, de noche, encuentra en los caminos. La leyenda es argentina y cuenta que este ser no es otra cosa que una mujer depravada que cometió incesto con su hermano y con su padre y que fue maldecida por Dios y convertida en mula.


Quien la ha visto describe a este animal con bellos ojos femeninos que echan fuego y con un bocado que le produce dolor, por lo que grita y emite rebuznos, de manera que produce temor en quienes la oyen. Suele correr atormentada y sin freno, hasta la puerta de la iglesia de cada pueblo, para volver a emprender de nuevo una carrera desenfrenada.

El varón que sea alcanzado por la mirada de la Mulánima, se verá seducido por ella y abandonará el trabajo y la familia para seguirla y desaparecer.

Una versión afirma que va buscando desesperadamente un hombre valiente que sea capaz de sujetarla por las riendas y hacerla frenar, por lo que alcanzaría la redención y la paz de su alma. Se habla también de dos métodos más para liberarla de la maldición. Uno consiste en golpearla continuadamente hasta que recobre el aspecto de mujer; y el otro, que cuentan muy eficaz, sería el de lograr cortarle un trozo de oreja con un cuchillo, y al instante, cesaría el maleficio.


Otra versión dice que allá por donde este ser haya pasado, toda persona que tenga relaciones sexuales inmorales, por las noches serán transformados en mulas también, como castigo.

viernes, 7 de febrero de 2014

ANFITRITE



Anfitrite era una ninfa del mar. Es una de las hijas de Nereo y Doride, las llamadas Nereidas. Ella era quien dirigía el coro de sus hermanas en el canto y en la danza. Danzando un día cerca de la isla de Naxos, Poseidón la vio y la raptó. Después la tomo por esposa y tuvo con ella un hijo llamado Tritón, que era medio humano medio pez.

Poseidón, igual que Zeus, tenía un voraz apetito sexual, tuvo también muchas amantes y esto enfadaba a Anfitrite. Así que cuando Anfitrite supo que Poseidón iba detrás de la bella ninfa Escila, juró acabar con esta pasión. Echó unas hierbas en el baño de Escila y ésta salió convertida en un monstruo de seis cabezas de perro que ladraban y mordían. Poseidón regresó con su esposa.

martes, 4 de febrero de 2014

El lago Zug (Leyenda suiza)



Recogí de la red, “Leyendas en el Mundo”, esta leyenda suiza, que paso a resumir:

Entre los suizos era común la creencia que el lago Zug era lugar donde moraban las ondinas, gobernado por un Rey Elfo, que vivía en un hermoso palacio de cristal en el fondo de las aguas. Las hijas de este rey solían salir de las aguas en fiestas señaladas de los humanos, sobre todo en la fiesta de la cosecha, para unirse en el baile durante la noche y volver al lago poco antes de la salida del sol.
Se cuenta que en una de estas fiestas, una joven ondina se enamoró de un apuesto joven, que a su vez quedó prendado de la voz y del larguísimo y sedoso pelo de la ondina. Dado que ella no podía permanecer fuera del agua por mucho tiempo, decidieron ir a  vivir a la profundidad el lago, mediante un encantamiento que realizó la joven ondina. La ciudad donde vivía el muchacho quedó hechizada y fue trasladada a las profundidades de las aguas, donde sin problema él podía respirar sin necesidad de aire.

Pasó un tiempo y el joven sintió nostalgia de los suyos, pero el amor de la ondina le ayudó a superar sus sufrimientos. Durante siglos han vivido felices los jóvenes amantes y los suizos cuentan que en los días de luz clara se puede distinguir una ciudad debajo del agua, con hermosos jardines y calles por las que anda la gente con semblante feliz. Y algunos afirman haber escuchado el tañido de una campana de la iglesia al caer la noche, llamando a los amantes.